domingo, 6 de mayo de 2012

Ruben Dario.

¡Qué aromas derramas
en el alma mía
si sé que me amas,
oh Mía!, ¡oh Mía!

Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.

Yo, triste; tú triste...

¿No has de ser, entonces,
Mía hasta la muerte?

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